“En plena luz del día,
hasta los
sonidos brillan”Pessoa
Lisbon Story trata del sonido en una filmación, el audio. Desde el principio de la película en el que se plantean las locaciones de acuerdo a la estación y el idioma que está sonando en el radio. El descubrir una ciudad a través de la cámara y el micrófono, en sus paisajes urbanos, sonidos cotidianos, su música y poesía.
Generalmente, cuando pensamos en una video o película, nos concentramos mayormente en la imagen y la experiencia visual, dejamos el sonido en segundo plano, cuando deberían de estar en el mismo nivel de importancia. Cuando en realidad el audio es igual de complicado que la imagen en la pantalla.
En la industria del cine y la televisión mexicana, se sigue sin entender la importancia del sonido, en algunas ocasiones es al primero que le recortan el presupuesto. Las productoras han encontrado la forma de no separar los canales de audio ni mantener los niveles del fondo con la preponderancia del diálogo, invaden las mezclase de música con incidentales resultando un mazacote de audio en el que no se entiende ni los efecto ni los diálogos ni la ambientación, en contrapunto Gavira es de los mejores efectistas de audio en Hollywod, y en México actualmente parece ser que Martin Hernándes está empezando a tener un poquito de cuidado y puede ser alguien que enseñe a futuros y actuales ingenieros de sonido a producir el audio en una filamción.
El audio de una película debe de estar compuesto de cuatro elementos: ambientación, voz, incidentales y musicalización.Cada una grabada en canales por separado para que puedan ser mezclados y balanceados con el fin de crear una armonía sonora.
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