jueves, 13 de noviembre de 2014

studium - punctum

A través de experiencias y miradas personales sobre la fotografía, Roland Barthes (1915-1980), crítico, teórico y filósofo francés cumple su deseo de escribir sobre la fotografía en La cámara lúcida, en el cual refleja la incomodidad que siempre había experimentado de bambolearse entre dos lenguajes, uno expresivo y otro crítico.

En el libro, Barthes genera diferentes preguntas y reflexiones sobre la fotografía, como: ¿Por qué escoger (fotografiar) tal objeto, tal instante y no otro? Ésta es una pregunta a la que él como crítico no responde, sin embargo inventa términos para poder definir un criterio de observación para las fotografías. Su mayor pregunta es el porqué le llama atención una foto en especial y no otra. ¿Por qué escoger esa foto y no ésta?

Distintas razones hacen que te interese una foto: por el objeto, el paisaje, el cuerpo, los colores, la forma, etc. Se trata de asombrarse, de admirar o discutir la técnica empleada. 
Barthes dice que lo que hace vibrar una fotografía es la "aventura". El por qué me atrae una foto, que tiene esa foto que sea existente para mí. Las que impresionan, unas ganas que se sumergen en nosotros hasta un profundidad y por medio de unas raíces que desconocemos. En cada fotografía existía para él una aventura compuesta por diferentes elementos, en muchas de ellas como las de Koen Wessing, lo que le interesaba era una especia de dualidad que encontraba en ellas como hilo conductor.

En el libro Barthes hace mención a que las personas tenemos una tabla interior de preferencias, de repugnancias o indiferencias que definen nuestro criterios para que nos guste o no una foto. Por esto, a partir de esto Barthes desarrolla términos para definir sus criterios de interés, para poder justificar sus argumentos.

Define el studium y el punctum, que son las dos herramientas que utiliza para analizar la aventura de la fotografía. El studium es una especie de interés humano, la aplicación a una cosa, el gusto por alguien, una suerte de dedicación general, ciertamente afanosa. Y el puntcum, lo que llega a punzar al espectador, los puntos sensibles, es el azar que hace vibrar. El studium es el interés histórico, la parte reflexiva, el interés social, político, o cultural. mientras que el punctum es un detalle, es decir un objeto parcial, tiene fuerza de expansión. La lectura del punctum es al mismo tiempo corta y activa, las cualidades para atraer la mirada construyen el punctum, es un suplemento, es lo que añado a la foto y que sin embargo ya está en ella, es entonces una especie de sutil más-allá-del-campo, como si la imagen lanzase el deseo más allá de lo que ella misma muestra.No es posible establecer una regla de enlace entre el studium y el puntcum, se trata de una cooprescencia.

Barthes menciona en su libro, el trastorno de propiedad sobre una fotografía. ¿De quién es la foto? Existen dos posibilidades: 
a) al sujeto
b) al fotógrafo
Quizaás si le preguntamos a la persona, o siendo imaginativos, al objeto fotografiado, responderán que la foto es suya, por que son ellos los que salen en ella. Cuando eres fotografiado, común y erróneamente uno dice que la fotografía es suya. Dicen, "mira mi foto" cuando es una retrato de ellos mismos. A mí parecer, la fotografía es del fotógrafo, porque él fue quien la tomó, quien se apropió del objeto, de la imagen. Fue quien decidió como tomarla, y para qué. El fotógrafo es total y único responsable de sus fotografías. 

¿Por qué escoger (fotografiar) tal objeto, tal instante y no otro? Ésta es una pregunta a la que él como crítico no responde, el escoger tal objeto, tal instante y no otro es una habilidad del fotógrafo capturar el instante decisivo, como pensaba Cartier-Bresson, es decisión y criterio del fotógrafo, por lo que le llame la atención a su juicio. Antes de tomar la fotografía, el fotógrafo ya crisicó la escena, ya hubo algo que lo hizo vibrar, encontró una aventura, un stadium y un puntcum. Barthes establece que el Fotógrafo debe desafiar las leyes de lo interesante, la foto se hace sorprendente a partir del momento en que no se sabe por qué ha sido tomada: ¿qué motivo puede haber y qué interés hay para fotografíar un objeto?







Referencias:
Barthes, Roland. La Cámara Lúcida. Trans. Joaquín Sala-Sanahuja. 1ª ed. Buenos Aires: Ediciones Paidós, 1990. Print.