Susan Sontang (1933-2004), ganadora del Príncipe de Asturias de las Letras en 2003 desarrolla un concepto interesante en su ensayo Sobre la fotografía. Se trata de la fotografía como un ejecutante del mandato surrealista, Sontang establece que: “Ninguna actividad está mejor abastecida para ejercer la manera de mirar surrealista, que la fotografía…”
La fotografía captura la realidad y no sólo la interpreta como el dibujo y la pintura, ¿pero cómo logra un arte sumamente realista, ser a la vez surreal?
Por el tiempo.
Tanto para la fotografía como para el surrealismo de Bretón, el pasado es un tema en común, por un lado por la creación de la tiendas de antigüedades y por otro el congelamiento de un instante que a partir del momento en el que se tomó, empieza a ser una pieza coleccionable del pasado.
Según Sontang la fotografía es surreal por la apropiación de la realidad, a diferencia del movimiento surrealista en que se trataba principalmente del inconsciente, de los sueños. Lo que vuelve surreal una fotografía es su irrefutable patetismo como mensaje de un tiempo pasado, y la concreción sobre sus alusiones sobre la clase social.
La fotografía, tiene la capacidad de coleccionar la cultura y sociedad de cada época. "Lo surreal es la distancia que la fotografía impone y franquea: la distancia social y la distancia temporal."